31 may 2008

INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


Muchos escritores en la Iglesia han hablado
del “Corazón” de María, especialmente en
conjunción con el Sagrado Corazón de Jesús.
La devoción aumentó después de las
apariciones de María en 1830 a Santa
Catalina en Francia, y en 1917 a los niños en Fátima.
La visión de la medalla milagrosa ofrecida
a Santa Catalina contenía el corazón de
María atravesado, como se menciona
en Lucas 2:35. Fue en Fátima que María
dijo que Dios deseaba establecer en el
mundo la devoción a su “Inmaculado Corazón”,
y cuando pidió que Rusia fuera consagra
da a su “Inmaculado Corazón”.
En 1942, en el vigésimo quinto
aniversario de las apariciones de María
en Fátima, el Papa Pío XII consagró
el mundo al Inmaculado Corazón de María.
El día de fiesta se celebra actualmente
el sábado posterior al Sagrado Corazón de Jesús.
En ese día, la oración de apertura litúrgica es:
Dios preparó el corazón de María como
un hogar adecuado para el Espíritu Santo.
Que nosotros, su pueblo elegido, nos
convirtamos en templos de Su gloria.
Pedimos a María que nos ayude a
nosotros – sus hijos espirituales, tan
queridos por su corazón, a permanecer
por siempre unidos en amistad con
su Hijo y a no vernos jamás
separados por el pecado.

CONSAGRACIÓN AL PURISIMO CORAZON DE MARIA:.

"Oh Corazón de María, estrecha e inseparablemente
unido con el Corazón de Jesús; mi deseo
es, que después de vuestro Hijo, ocupéis
el primer lugar en mi corazón, que desde
ahora os ofrezco y os consagro.

Vos seréis siempre el objeto de mi
veneración, de mi amor y de mi confianza.
Procuraré conformar mis sentimientos y
afectos con los vuestros, y el estudio
continuo de mi vida será imitar vuestras virtudes.

¡Oh, Madre bendita!, dignaos abrirme
vuestro Corazón y recibirme en él junto
con vuestros verdaderos hijos y
vuestros fieles siervos.
Alcanzadme la gracia que necesito
para imitar vuestro admirable
Corazón, así como El ha imitado el de
Jesús; amparadme en los peligros,
consoladme en las aflicciones; enseñadme
a sacar el provecho debido de los
bienes y de los males de esta vida;
protegedme siempre y sobre todo
en la hora de mi muerte.

¡ Oh, divinos Corazones de Jesús y de María!, a
cuyo servicio me consagro, haced que
ahora y siempre sea vuestro
verdadero hijo. Amén."

Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María

" Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu
Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como tu quieres que sea,
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.

Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo."