Un hombre edificó su casa.
Y la embelleció con un jardín interno.
En el centro plantó un roble.
Y el roble creció lentamente.
Día a día echaba raíces y fortalecía su
tallo, para convertirlo en tronco, capaz
de resistir los vientos y las tormentas.
A la pared de su casa plantó una hiedra y
la hiedra comenzó a levantarse velozmente.
Todos los días extendía sus tentáculos llenos
de ventosas, y se iba alzando
adherida a la pared.
Al cabo de un tiempo la hiedra caminaba
sobre los tejados.
El roble crecía silenciosa y lentamente.
— ¿Cómo estás, amigo roble?,
preguntó una mañana la hiedra.
—Bien, mi amiga, contestó el roble.
—Eso dices porque nunca llegaste hasta esta altura
—agregó la hiedra con mucha ironía—.
Desde aquí se ve todo tan distinto.
A veces me da pena verte siempre
allá en el fondo del patio.
—No te burles, amiga —respondió muy humilde el roble—.
Recuerda que lo importante no es crecer
de prisa, sino con firmeza.
Entonces la hiedra lanzó una
carcajada burlona.
Y el tiempo siguió su marcha.
El roble creció con su ritmo firme y lento.
Las paredes de la casa envejecieron.
Una fuerte tormenta sacudió con un ciclón
la casa y su jardín.
Fue una noche terrible.
El roble se aferró con sus raíces para
mantenerse erguido.
La hiedra se aferró con sus ventosas al
viejo muro para no ser derribada.
La lucha fue dura y prolongada.
Al amanecer, el dueño de la casa recorrió su
jardín, y vio que la hiedra había sido
desprendida de la pared, y estaba enredada sobre
sí misma, en el suelo, al pie del roble.
Y el hombre arrancó la hiedra,
y la quemó.
Mientras tanto el roble reflexionaba:
—Es mejor crecer sobre raíces propias y crear
un tronco fuerte, que ganar altura con
rapidez, colgados de la seguridad de otros.
"SIEMPRE FUE ASÍ, EN UN RINCÓN, CRECIENDO
LENTAMENTE, SIN BULLA, EN SILENCIO
SIEMPRE CON EL ROSTRO LLENO DE FELICIDAD
PASANDO TORMENTAS TERRIBLES A SU ALREDEDOR
GANÁNDOLA CON SU MESURA Y PACIENCIA, ERROR
E INOCENCIA, INSEGURIDAD E INGENUIDAD.
UNA MANO FUERTE Y SAGRADA LO LLEVÓ A LA
GLORIA, SINTIÉNDOSE FUERTE E INALCANZABLE
NADA MALO LE PASARÍA, SEGURO DE ESA GRAN
LUZ ESPIRITUAL.
EL GRAN ROBLE TAMBIEN CAE, NADIE SE SALVA,
LOS MIEDOS EXISTEN, AUNQUE SUS RAICES FUERTE
LO AFIRMA, LAS DEFENSAS CAEN, LLEGA LA HORA
DE LA PRUEBA, PERO AHÍ ESTÁ SIEMPRE FIRME, SIN
DECAER, SU PRINCIPAL ESCENCIA ES LA FE Y EL AMOR, Y
NADIE SE DA CUENTA COMO SUS HOJAS CAEN UNA A UNA LENTAMENTE...
AGARRÁNDOLA SIN PIEDAD.
SOLO EL SEÑOR Y SU GRAN MISERICORDIA LO SABE".
(Está en mi interior, un grito desde mi corazón)
HE ESCUCHADO QUE EL TÍMIDO ES PORQUE
ESCONDE UN GRAN PECADO, EL QUE HABLA MENOS
ES PORQUE NO TIENE LA LUZ DEL ESPÍRITU SANTO,
EL QUE SE MANTIENE EN UN RINCÓN SIN QUE
NADIE SEPA ES PORQUE ESCONDE ALGO.
NOOO... NO ES ASÍ, ES EL QUE ESTÁ
MAS CERCA DE DIOS, NO NECESITA ALARDEAR
PARA QUE EL MUNDO LO CONOZCA, Y GRITAR
PARA HACERSE CONOCER, LLENO DE PALABRAS BONITAS
TIRADAS AL VIENTO, Y NADA ES VERDAD
CUIDADO....ES TANTO LO QUE HE VISTO
LO QUE HE ESCUCHADO, Y ESA PERSONA
QUE PARECE BUENA, ESPIRITUAL
NOO... NO LO ES...
Y CONOZCO A MUCHAS, QUE NO SE HACEN CONOCER
Y SON PERSONAS EXTREMADAMENTE BUENAS
CON LINDOS SENTIMIENTOS.
COMO SIEMPRE DIGO; SOLO EL SEÑOR
Y NUESTRA MADRE QUE LO VE Y LO SABE
TODO SONDEA NUESTRO CORAZÓN, NADIE
MAS.
LOS QUIERO MUCHO.
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