12 mar 2007

Plácido y Verónica

Ayer fue un día inolvidable, sacrificado pero bonito al fin, El concierto de Plácido Domingo y Verónica Villarroel, chilena y nuestra; empezaba a las veinte horas, con mi amiga dijimos que a las cinco que nos fuéramos estaba bien, pero eran las quince horas y ya me venía a buscar porque ya estaba lleno, estaba lista y nos fuimos, micro, metro, y en media plaza de armas, llenísimo, solo quedaba buscar un lugar en el exterior, pero como la amiga no es "quedá", al otro lado estábamos, yo solo la seguía, ya no quedaban asiento, los pasillos estaban desocupados, y de a poco empezaron a llenarse, y por supuesto nosotros ya estamos adelante, yo como observadora que siempre he sido, y llevando mi vida en paz, increíble el ser humano como está, o siempre habrá sido así, no se, pero en fin; los que estaban sentados comenzaron a silvar, a gritar _¡sáquenlo de ahí!, _ no vemos na',_ ¡estamos de las ocho de la mañana!, alegando en coro, mi amiga, no me pienso mover de aquí, están sentadas y alegan....gritaba, y comenzaron a decirse cosas, insultos, una señora alegando con una abuelita que apenas se podía, y le decía ¡quédese callá' señora me tiene hasta la coronilla,me dio tanta pena; cero respeto, nada de tolerancia, yo solo observaba, _¡carabinero!

coreaban un montón de voces, llegaron ellos y nos dijeron que nos sentáramos en el suelo, y recién era las 16:00, nos sentamos, pero algo pasó que se levantaron de súbito, y comenzamos a imitar, era una señora que se sentía mal, a todo esto, un calor inmenso, seguían gritando...¡señor carabinero!, haga algo po', están cerrando las vía de evacuación!
....¡ya, todos se van!, y las personas que estaban sentadas, reían en general, irónicamente, nadie hizo caso, y el carabinero pidió refuerzo por radio, me voy, pensé, no me gustan las peleas, y sentía vergüenza del mundo que vivimos, nada de respeto ni siquiera por los abuelitos, me daba mucha pena la situación, me fui para atráz, mi amiga se quedó allí, no le importaba lo que le dijeran, ella se defendía. En el lugar que quedé se veía todo bien clarito, y personas bien decentes, con educación seguramente, porque entre menos educación mas ofenden a los demás, la hora como que no avanzaba nada, y ya me dolían mis pies, mientras tanto, adelante seguían discutiendo, las cáscaras de naranjas y botellas vacías volaban, los garabatos y los insultos era el plato del día, mientras tanto una familia que estaba al lado mío sentados, silenciosamente comieron toda la tarde, y yo sin plata, para comprarme algo, entre tanto alegatos y carabineros para allá y para acá, ¡llegó el momento!, se apagan las luces y aparecen ellos, y todo los que estaban allí, ya todos con las sillas juntas, sin vía de evacuación, como gritaban, se convirtieron en espectadores cultos y educados, sabían escuchar, y todos sentados, y los otros del pasillo, tirados en el suelo, no molestando a nadie. Fue hermoso, era la primera vez que iba a un espectáculo así, las voces perfectas, la orquesta fantástica, no daba mas de cansada, pero el sacrificio lo meritaba; con mi amiga no nos vimos más, para llegar a casa fue una proeza, mas lo que caminé, miles de gente en las calles, y las micros escasas, llegué cerca de las doce.
Lo que mas me llamó la atención, la cantidad de jóvenes que fueron, y tras mio un grupo de dark, atentamente escuchando, y todos con respeto, como siempre los jóvenes dando ejemplo a los adultos, y los grandes los critican, y no respetan su forma de ser, primero que se miren ellos... Claro que no todos....

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