**REFLEXIÓN** (Carmen)

Que las guerras terminen, que las lágrimas derramadas sin razón de ser no inunden las mejillas de los inocentes, menos aún la de los niños, los mayores receptores de los problemas sociales e ideológicos.
Que el hambre que azota aquellos países, cese. Y la mirada inocente y temerosa recobre la sonrisa, y esas manos extendidas pidiendo ayuda, quede solo en un amargo recuerdo.
Que compartamos lo que tenemos con aquellos que sufren y viven de la solidaridad de otros pueblos.
Que inculquemos a nuestros hijos desde pequeños en la pobreza, y no en gastos superfluos que solo conducen a la autodestrucción moral y social.
Que el mal que azota nuestra sociedad, la droga, desaparezca y no sigamos viendo la sombra de la muerte en nuestros jóvenes, ni la tristeza consumida en los ojos de sus madres.
Que seamos solidarios con aquellos más des protegidos por cualquier situación política, económica o social, y lo veamos como personas, como hermanos nuestros.
Que la insolidaridad que nos lleva al racismo la desechemos y no sintamos represión hacia ninguna persona por su raza, color condición e ideología.
Que seamos tolerantes.
Que sepamos sufrir con los que sufren y nuestras manos estén enlazadas a las suyas en una profunda amistad.
Que la juventud vaya por el sendero de la no violencia, Paz, Amor... que sean sanos de cuerpo y espíritu.
Que la Navidad sea eterna.
Que el paro se vaya solucionando, y disminuya la pobreza por el mismo. Que los ancianos y desvalidos encuentren el amor que necesitan.
Que en estas fechas sepamos ser coherentes con los niños a la hora de los juguetes para no olvidar a aquellos que no los tienen.
Que en definitiva nos preocupemos por una sociedad más justa, humana... a que sigan adelante con ánimos, sin desfallecer, para que, entre todos pongamos un grano de arena y hagamos una NAVIDAD ETERNA.