15 abr 2009

LA HUMILDAD


Casi siempre visto con camisa y corbata por el
ministerio, me di cuenta de la diferencia
de cómo la gente te
trata, muchas personas se dejan llevar
por las apariencias, ahora
la humildad no es algo que se puede
mostrar a simple vista,
es una decisión del corazón, uno
puede vestir con
camisa y corbata pero puede
tener un corazón humilde,
mientras que otro puede vestir como mendigo
pero ser soberbio y orgulloso, la humildad no
está en la apariencia si no en
la acciones que uno
realiza, la Humildad es modestia ,
Mostramos humildad cuando somos
modestos en lo que
decimos, hacemos y mostramos,
Dios resiste a los soberbios y da
gracia a los humildes.

El hombre humilde, cuando localiza algo
malo en su vida puede
corregirlo, aunque le duela.
Buscará conocerse y aceptarse, pues
al conocer un defecto,
error o limitación, se sabe contra
qué luchar y se
hace posible la victoria.
Pero si no se acepta la realidad,
ocurre como en el
caso del enfermo que no quiere
reconocer su enfermedad:
no podrá curarse.
Pero si se sabe, que hay cura, se
puede cooperar con los médicos para mejorar.
Hay defectos que podemos superar
y hay límites naturales
que debemos saber aceptar.
El soberbio al no aceptar, o
no ver, ese defecto no
podrá corregirlo y se queda con él.

La humildad es la que nos da la verdad
y la sabiduría que necesitamos para
poder auto evaluar nuestro
trabajo diario y saber encontrar
nuestras limitaciones y ver
lo que nos falta aprender y no
cerrar las puertas cuando crea
que lo sabemos todo de manera soberbia.

Al ser humildes seremos
capaces de querer
a los demás por sí mismos, y no
sólo por el provecho
que pueda extraer
del trato con ellos.
Donde hay un soberbio, todo acaba
maltratado: la familia,
los amigos, el
lugar donde trabaja.
Al soberbio no le importa dejar
en mal lugar a los demás
por quedar él bien.
El soberbio solo ve sus necesidades

El egoísmo ciega y nos cierra
el horizonte de
los demás; la humildad abre constantemente
camino a la caridad en detalles prácticos y
concretos de servicio.
Este espíritu alegre, de apertura a
los demás y de disponibilidad es
capaz de transformar cualquier ambiente.

Somos soberbios cuando crees que tú
puedes hacerlo todo, que no necesitas
de Dios ni de los demás, cuando te
crees mucho
(que tú eres el más listo, el
más perfecto y los demás son unos tontos),
cuando eres presumido o te
gusta llamar
la atención, cuando quieres
que todo se
haga como tú quieres, cuando crees
que todo te lo mereces, cuando
sólo hablas de ti.

Ahora no hay que confundir
la soberbia y
el orgullo, que son una supervaloración de
sí mismo con desprecio
de los demás, con
una razonable autoestima.

La autoestima es valorarme
en lo que
soy y para lo que valgo.
Sería ridículo creer que
valgo para todo.
Pero también es triste
creer que no
valgo para nada.
Conocer mis posibilidades y limitaciones
y valorarme en lo que soy.
El sentirme competente
en algo y
ser estimado por algo me
da paz, alegría
y confianza en mí mismo y esto no es ser
soberbio es sentir satisfacción por
los logros.
Esto nos ayuda a ser feliz.
Sobre todo si mi capacidad la pongo
al servicio de los demás con
humildad mas alegría me dará.

Entre las virtudes que debemos cultivar
esta la sencillez, laboriosidad,
paciencia y la humildad para atacar
la soberbia.
Tomar la educación con humildad
y con compromiso verdadero, libre
de politiquería sin sentido nos
ayudará a servir con humildad.
Hay tres animales peligrosos:
la ingratitud, la soberbia y la envidia.
cuando muerden dejan una herida profunda".

QUE VERDAD, Y QUE ENSEÑANZA, COMO
SE PUEDE CONFUNDIR NUESTROS SENTIMIENTOS.

UNA PERSONA DEJA DE SER HUMILDE, CUANDO
RECONOCE SER HUMILDE....

SOLO ÉL SABE, COMO SOMOS REALMENTE
NI SIQUIERA NOSOTROS SABEMOS COMO SOMOS...
CREEMOS QUE ACTUAMOS BIEN, SE CREE SERVIR
HAY PERSONAS QUE INCREÍBLE COMO TIENEN
EL DON DE LA PALABRA, HABLAN TAN BONITO
Y DICEN QUE ES OBRA DEL ESPÍRITU
SANTO, PERO CUANDO NO LOS VEN, TODAS
ESAS PALABRAS BONITAS SE TRANSFORMAN
EN PELAMBRES, ENVIDIAS, PALABRAS FEAS...
¿PARA QUE?... SE PUEDE ENGAÑAR AL SER
HUMANO PERO NO A DIOSITO, QUE NOS
CONOCE DESDE NUESTRA ALMA.
CUANDO UNO CONOCE A DIOS, SIENTE
SU PRESENCIA, VA A LA EUCARISTÍA
A LLENARSE DE SU AMOR; CLARO QUE HAY
QUE CAMBIAR, Y SEGUIR EL CAMINO
DE LA VERDAD
¿SERÉ DEMASIADO EXIGENTE?...
SOLO MIRO Y OBSERVO....

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