23 oct 2008

MANUAL DEL GUERRERO DE LA LUZ


Mi ahijado José, me prestó un libro, y
antes de devolvérselo
quiero estampar parte del relato, es de
mi escritor favorito
Paulo Coelho; cuando lo empece a leer, quedé
asi para adentro...
¡Estaba leyendo mi historia!...
es que no podía creer, y aveces
me sentía culpable por tantas
situaciones malas que la vida
me hizo pasar, para aprender, madurar y
seguir el camino correcto;
lo malo que el mundo tiende a quedarse en
el pasado, y a etiquetar
a una persona como es para siempre, pero
no es así, el cambio existe,
de querer ser mejor cada día, agradecer
de todos los momentos
vividos aunque hayan sido malos, sirve
para valorar, comprender
y aceptar los que nos tocó vivir, que
nada es por casualidad, si queremos seguir
actuando mal, es nuestra propia
decision, yo con todo orgullo
puedo decir que en mi hay un antes y
un despues, que ese antes esta
enterrado, para florecer a un mundo nuevo
lleno de amor, para entregar, sin
esperar recibir, y ser tan feliz suceda
lo que suceda, agradeciendo a mi Dios
por un día mas vivido.

Todo guerrero de la luz tuvo miedo
antes de entrar en combate.
Todo guerrero de la luz traicionó
y mintió en el pasado.
Todo guerrero de la luz falló en sus
obligaciones espirituales.
Todo guerrero de la luz dijo sí
cuando quería negarse.
Todo guerrero de la luz hirió a
alguien que amaba.
Por eso es un guerrero de luz:
porque pasó por todo
eso y no perdió la esperanza de
ser mejor de lo que era.

Para un guerrero de luz no
existe un amor imposible.
No se deja intimidar por el silencio,
por la indiferencia o por el rechazo.
Sabe que detrás de la máscara de
hielo que las personas
usan, existe un corazón de fuego.

Un guerrero de la luz no se deja
asustar cuando busca lo
que necesita. Sin amor, él no es nada.

Desde el momento que empieza a andar, un
guerrero de la luz reconoce el Camino.
Cada piedra, cada curva, le da
la bienvenida. Él se identifica
con las montañas y los arroyos, ve
un poco de su alma en las
plantas, en los animales y en
las aves del campo.
Entonces, aceptando la ayuda de
Dios y de las Señales de
Dios, deja que su Leyenda Personal
lo guíe en dirección a las
tareas que la vida le reserva.
Algunas noches no tiene dónde
dormir, otras sufre de insomnio.

"Esto forma parte del juego - piensa el guerrero -.
Fui yo quien decidió seguir por aquí".
En esa frase está todo su poder:
él escogió la senda por
donde camina ahora y no tiene
motivo para protestar.

Un guerrero de la luz estudia
con mucho cuidado
la posición que pretende conquistar.
Por más difícil que sea su
objetivo, siempre existe
una manera de superar los obstáculos.
Él verifica los caminos alternativos, afila su
espada, procura llenar su corazón
con la perseverancia
necesaria para enfrentarse al desafío.

Pero a medida que avanza, el guerrero se da cuenta
de que existen dificultades con las
cuales no contaba.
Si permanece esperando el momento ideal, nunca saldrá
del lugar; es preciso un poco de locura
para dar el próximo paso.
El guerrero usa un poco de locura.
Porque en la guerra y
en el amor, no es posible preverlo todo.

El guerrero de la luz a veces actúa como el agua, y
fluye entre los obstáculos que encuentra.
En ciertos momentos, resistir significa
ser destruido; entonces, él
se adapta a las circunstancias.
Acepta sin protestar que las piedras del camino
tracen su rumbo a través de las montañas.
En eso reside la fuerza del agua; jamás
puede ser quebrada
por un martillo, ni herida por un cuchillo.

La más poderosa espada del mundo es incapaz
de dejar una cicatriz sobre su superficie.
El agua de un río se adapta al
camino más factible; sin
olvidar su objetivo: el mar.
Frágil en su nacimiento, lentamente
va adquiriendo la fuerza de los otros
ríos que encuentra.
Y a partir de un determinado momento, su
poder es total.


LOS DEFECTOS Y LAS CUALIDADES

Un guerrero de la luz conoce sus defectos.
Pero conoce también sus cualidades.

Algunos de sus compañeros se están quejando siempre:
"los demás tienen más oportunidades que nosotros".

Quizás tengan razón, pero un guerrero no se
deja paralizar por esto, y procura
valorar al máximo sus virtudes.

Sabe que el poder de la gacela reside en la habilidad
de sus piernas. El poder de la gaviota es su puntería
para alcanzar el pez.
Aprendió que un tigre no teme a la hiena
porque es consciente de su fuerza.

Un guerrero procura saber con qué puede contar.
Siempre verifica su bagaje, compuesto de tres cosas:
fe, esperanza y amor.

Si las tres están presentes, él no
vacila en seguir adelante.
Confiar sin miedo
El guerrero de la luz confía.
Al igual que los niños confían.

Porque cree en milagros, los milagros empiezan a acontecer.
Porque está seguro de que su pensamiento puede
cambiar su vida, su vida comienza a cambiar.
Porque está seguro de que encontrará el amor, este amor aparece.

De vez en cuando se decepciona. A veces le hieren.
Y entonces escucha los comentarios: "¡Qué ingenuo es!"
Pero el guerrero sabe que el precio pagado vale la pena:
por cada derrota, tiene dos conquistas a su favor.

Todos los que confían lo saben.
En las horas difíciles y en las horas alegres
Un guerrero no comparte su tienda con quien quiere hacerle daño.
Ni tampoco se le ve en compañía de aquellos
que solo desean "consolar".

Evita a los que solo están a su lado en caso de derrota.
Estos falsos amigos quieren probar que la debilidad compensa.
Siempre traen malas noticias.
Siempre intentan destruir la confianza del
guerrero, bajo el manto de la "solidaridad".

Cuando lo ven herido se deshacen en lágrimas, pero
en el fondo de su corazón están contentos porque
el guerrero ha perdido una batalla, sin
entender que ésto es parte del combate.

Los verdaderos compañeros de un guerrero están

a su lado en todos los momentos, en las
horas difíciles y en las horas felices.

El enemigo oculto

Los amigos del guerrero de la luz le preguntan de
donde proviene su energía.
Él les responde: "del enemigo oculto".
Los amigos le preguntan quién es.

El guerrero responde:
"alguien a quien no podemos herir".

Puede ser un niño que lo derrotó en una pelea en la
infancia, la novia que lo dejó a los once años,
el profesor que lo llamaba burro.

El enemigo oculto pasa a ser un estímulo.
Cuando está cansado, el guerrero
recuerda que él aún no ha presenciado su coraje.

No piensa en venganza, porque el enemigo oculto ya

no forma parte de su historia.
Piensa solamente en mejorar su habilidad para que
sus victorias recorran el mundo y lleguen a
oídos de quien lo hirió en el pasado.

El dolor de ayer se transformó en la fuerza de hoy.
"La energía espiritual del Camino utiliza la justicia y la
paciencia para preparar tu espíritu.

Éste es el Camino del Caballero.
Un camino fácil y al mismo tiempo difícil, porque
obliga a dejar de lado las cosas inútiles y las amistades relativas.
Por eso, al comienzo, se duda tanto en seguirlo.


He aquí la primera enseñanza de la Caballería: borrarás lo
que hasta ahora tenías escrito en el cuaderno de tu vida:
inquietud, inseguridad, mentira.
Y escribirás en lugar de todo esto la palabra coraje.
Comenzando la jornada con esta palabra, y
manteniendo la fe en Dios, llegarás a donde
tienes que llegar".

El arte de despertar

El guerrero de la luz está ahora
despertando de su sueño.
Él piensa:
"no sé lidiar con esta luz, que me hace crecer".
La luz, sin embargo, no desaparece.
El guerrero piensa:
"se necesitarán cambios que no
tengo ganas de hacer".
La luz continúa allí: porque la
voluntad es una palabra llena de ardides..
Entonces los ojos y el corazón del
guerrero comienzan a habituarse a la luz.
Ella ya no le asusta; y pasa a aceptar
su Leyenda, aunque esto signifique correr riesgos.

El guerrero estuvo dormido mucho tiempo.
Es natural que vaya despertando lentamente.

Escogiendo en paz

El guerrero de la luz medita.
Se sienta en un lugar tranquilo de su tienda y
se entrega a la luz divina.

Al hacer esto, procura no pensar en nada, se
desliga de la búsqueda de placeres, de los
desafíos de las revelaciones, y deja que
sus dones y poderes desconocidos se manifiesten.

Incluso aunque no lo perciba en el momento, estos
dones y poderes se se están haciendo cargo de su
vida e influirán en su actividad cotidiana.

Mientras medita, el guerrero no es él, sino una centella
del Alma del Mundo.
Son estos momentos los que le permiten entender
su responsabilidad y actuar de acuerdo con ella.
Un guerrero de la luz sabe que en el silencio de su corazón
existe un orden superior que le mostrará los
pasos de su elección personal.

Escogiendo con confianza

El guerrero de la luz siempre consigue equilibrar
Rigor y Misericordia.
Para alcanzar su sueño, precisa tener una
voluntad firme y una inmensa capacidad de entrega.

Aunque tenga un objetivo, no siempre el camino
para alcanzarlo es el que imagina; por eso el guerrero
usa la disciplina y la compasión.
Dios jamás abandona a sus hijos, pero los
designios de la Providencia son insondables.

Así, para el guerrero de la luz no existe nada abstracto.

Todo es concreto, y todo le merece respeto.

Él no está sentado en la comodidad de su tienda, observando
lo que sucede en el mundo, sino que acepta cada
desafío como una oportunidad para
transformarse a sí mismo.

Algunos de sus compañeros pasan la vida criticando la
falta de elección, o comentando las decisiones ajenas.
El guerrero, sin embargo, transforma su pensamiento en acción.

Algunas veces se equivoca, y paga - sin quejarse - el precio de
su error. Otras veces se desvía del camino y pierde
mucho tiempo volviendo al destino original.

Pero un guerrero no se distrae, porque sabe lo que está buscando.

Escogiendo con decisión

Un guerrero de la luz tiene las cualidades de una roca.
Cuando está en terreno plano, todo su entorno
se encuentra en armonía, y él se mantiene estable.
Las personas pueden construir sus casas encima de lo que
él creó, porque la tempestad no lo destruirá.

Cuando, sin embargo, lo colocan en terreno inclinado, y
nada a su alrededor demuestra respeto o equilibrio
por su trabajo, él revela su fuerza, rodando en dirección al
enemigo que amenaza su elección.
Sin crueldad, pero con decisión, el guerrero no se
deja paralizar por sus adversarios.

Un guerrero de la luz piensa en el buen combate y en
la paz al mismo tiempo, y sabe actuar
de acuerdo con las circunstancias.

El futuro transformándose en presente

De ahora en adelante, y por algunos centenares de años,
el Universo va a ayudar a los guerreros de la luz,
y boicoteará a los presuntuosos.

La energía de la Tierra necesita ser renovada.
Las ideas nuevas necesitan espacio.
El cuerpo y el alma necesitan nuevos desafíos.

El futuro se ha hecho presente, y todos los sueños
- excepto los que involucran prejuicios -
tendrán oportunidad de manifestarse.

Lo que sea importante, permanecerá; lo que sea
inútil, desaparecerá. Por eso, cuando ve a mucha
gente opinando sobre cómo debe actuar o
comportarse, el guerrero ignora cualquier crítica,
entendiendo que su misión en la Tierra no le da
tiempo de andar explicando todas sus acciones.

Evita también manifestarse sobre la conducta ajena;
para tener fe en su propio camino no necesita probar
que el camino del otro está equivocado.
Quien así actúa, no confía en sus propios pasos.

Combatiendo la injusticia

A pesar de estar concentrado en aquello que hace, el
guerrero de la luz no permanece indiferente ante la injusticia.
Sabe que todo es una sola cosa, cada acción individual
afecta a todos los hombres del planeta, y si ve
a alguna persona siendo víctima de ataque cobardes, él
usa su espada para poner las cosas en orden.

Pero, aun cuando luche contra la opresión, en
ningún momento piensa en juzgar al opresor.
Cada uno responderá por sus actos ante Dios, y
por eso, una vez cumplida su tarea, el guerrero
no emite ningún comentario.
Un guerrero de la luz está en el mundo para
ayudar a sus hermanos y no para condenar a su prójimo.

Evitando el pesimismo

Para ayudar a renovar la energía de la Tierra, es
necesario tener conciencia de que el pesimismo contagia.
El derrotismo contagia.
La desesperanza contagia.
Las personas que tienen sensibilidad suficiente
para percibir auras
(vibraciones energéticas que envuelven a los seres vivos)
perciben que, antes de que la dolencia física penetre
en el cuerpo, parte de la energía vital es drenada por el
cerebro afligido y preocupado.
Todo aquello que colocamos en el día de hoy, nos
será devuelto de alguna manera - en un ciclo muy semejante a
aquel que vemos en la naturaleza.

Aceptando algunos errores

El filósofo alemán F. Nietzche dijo cierta vez:
"no vale la pena vivir discutiendo sobre todo;
forma parte de la naturaleza humana el errar de vez en cuando".

Sin embargo, todos nosotros conocemos a
personas que hacen absoluta cuestión de tener
razón en los menores detalles.
Nosotros mismos, muchas veces, nos incluímos en
esta categoría: no nos permitimos errar.
Todo lo que conseguimos con esta actitud es el
terror a seguir adelante
- porque ciertos pasos exigen decisiones
nuevas, cuyos resultados desconocemos.

El miedo a equivocarnos es la puerta que nos
encierra en el castillo de la mediocridad; si
conseguimos vencer ese miedo, estaremos dando un
paso importante en dirección hacia nuestra libertad.
Y, sobre todo, teniendo coraje

Dios ya hizo su parte cuando nos crió y nos
colocó en el mundo.
Ahora Él nos contempla con cariño y pide que
hagamos la nuestra.

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